Y esas ganas de verte no se fueron fácilmente, traicione a mis ojos y mordi mi lengua... y mis ganas no se disiparon... Pesaba mi deseo, pero pudo más mi orgullo... ese orgullo tembloroso que huye de ti cada vez que te acercas.
Atte. Sheisnarda Rivera García.
Derechos reservados del autor
15-07-2018