¡Que pena me dan algunos...! Que dicen ser unos cuando en realidad son otros.
¡Que lastima me dan algunos...! Que conspiran contra su mismo hermano y no ven la porquería putrefacta que hay en ellos...
¡Que condena les ha tocado vivir...! Que en su triste desdicha y desesperación creen conseguir buenos amigos... pero en realidad están rodeados de arpías que deambulan sobre sus cabezas esperando al acecho un pedazo de su carne para servirse.
Y en realidad... Que pena tener que describir la triste historia del mundo que pretenden encajar en el sistema inmóvil de una sociedad "civilizada".
Atentamente,
Sheisnarda Rivera G.
Derechos de autor reservado.